Mi obra surge de la tensión entre el gesto físico y la emoción contenida. Trabajo con acrílico sobre lienzo o tablero, utilizando capas de color planas y secciones de stencil para construir cuerpos femeninos y nadadoras suspendidas en atmósferas geométricas. Cada trazo busca capturar un instante de fuerza y vulnerabilidad: la postura detenida antes del salto, la mirada perdida en el infinito, la geometría que ordena lo caótico.

La luz y el contraste son ejes fundamentales: empleo blancos puros como zonas de respiración pictórica, negros y ocres terrosos para definir volumen, y toques de rojo y turquesa para crear pulsión y foco emocional. Me inspiran el cartelismo, la estética pop y la grafía urbana, pero mi lenguaje es profundamente pictórico: concibo cada obra como un fragmento de narrativa visual, donde la fragmentación de planos se convierte en metáfora de la memoria y el deseo.